Migajas de un Soñador

Dayana, uno de los nombres de mi querida exalumna y ahora amiga, cuando le pedí que escribiera algo sobre ella y un sueño para Venezuela, expresaba lo siguiente “…yo me considero una persona que se adapta con facilidad a los cambios, lo cual me ha permitido realizar diversas actividades en mí vida, luego que me gradué de Bachiller en Ciencias, a los 17 años, hice cursos de computación e inglés y mientras tanto trabajaba como recepcionista en diversas compañías, fui Boy Scout (guía mayor), y en toda la trayectoria de mí vida me di cuenta que la vida de ciudad (soy caraqueña) no era lo que yo deseaba, no soporto estar en sitios encerrados por mucho tiempo (a menos que sea mí cuarto). En la mayoría de las actividades que me gustan trato de ofrecer lo mejor baile, deporte, artes marciales, natación, entre otros, no me gusta que me impongan tareas a lo macho, no me adapto y mientras tenga cosas que aprender voy a hacer lo posible por seguir adelante, y de esta manera poder educar y colabor

Al norte del sur, sí al norte de Venezuela y al sur de Latinoamerica se encuentra un pueblito llamado Amuay, Amuay y su bahía, pueblo de pescadores situado al lado de una de las refinerías más grandes del mundo, el paisaje se llena de colorido cuando entran los buques petroleros, sentarse a presenciar este hermoso espectáculo, unado a las embarcaciones de los pescadores y ese bello atardecer cuando declina la tarde, quien lo contempla sueña con volver. He tenido la oportunidad de realizar varias jornadas de convivencia cooperativa, las experiencias se las contaré más adelante, pero les digo, estar allí es un sueño. Tuve bajo mí responsabilidad la educación cooperativa de un grupo de jóvenes que se agruparon para formar su cooperativa, por autogestión, con trabajo, con tesón, hoy es ejemplo en la comunidad ya que ha permitido organizar otras cooperativas, donde participan desde niños hasta adultos mayores, es digno ver este trabajo. Los invito a disfrutar de las playas de Amuay, de