Sueños Inconexos (I)

Dayana, uno de los nombres de mi querida exalumna y ahora amiga, cuando le pedí que escribiera algo sobre ella y un sueño para Venezuela, expresaba lo siguiente “…yo me considero una persona que se adapta con facilidad a los cambios, lo cual me ha permitido realizar diversas actividades en mí vida, luego que me gradué de Bachiller en Ciencias, a los 17 años, hice cursos de computación e inglés y mientras tanto trabajaba como recepcionista en diversas compañías, fui Boy Scout (guía mayor), y en toda la trayectoria de mí vida me di cuenta que la vida de ciudad (soy caraqueña) no era lo que yo deseaba, no soporto estar en sitios encerrados por mucho tiempo (a menos que sea mí cuarto). En la mayoría de las actividades que me gustan trato de ofrecer lo mejor baile, deporte, artes marciales, natación, entre otros, no me gusta que me impongan tareas a lo macho, no me adapto y mientras tenga cosas que aprender voy a hacer lo posible por seguir adelante, y de esta manera poder educar y colaborar con aquellos que están a mí alcance”. Dayana la podríamos describir como una morena simpática, bonita, un cuerpo muy hermoso, no es coqueta pero si su sonrisa, muy del trópico y una bella persona. En cuanto a su sueño nos decía “…siempre he considerado que los es humanos debemos cultivar el amor por los seres vivos y por eso estudio veterinaria para que de alguna manera logre llegar a cultivar y humanizar a las personas que estén a mí alrededor. Para Venezuela que es de donde soy, siempre he deseado lo mejor y no creo que me valla a otro país siendo este uno privilegiado. Mis padres viven en Europa y por muy bueno que sea, yo solo tendría temporadas fuera más no dejaría mí país. Yo me pregunto, si todos los que tenemos algo bueno que brindar nos vamos al exterior, entonces que será del futuro de Venezuela. Uno de mis sueños porque tengo muchos es crear sitios (restaurantes, autobuses, hospitales, etc.) donde las personas tengan contactos con animales, ya que muchos en su vida no logran sentir lo que es compartir con estas especies. Pienso que de esta manera la gente sentirá la necesidad de volver a la vida sencilla y silvestre que hace mucho el venezolano dejo de sentir por preferir las grandes ciudades y dejar a un lado esa sensibilidad por la especie animal, que al fin y al cabo existieron primero que nosotros”.
Mi nombre es Paula, nací un 29 de junio, pertenezco al signo cáncer, en lo personal soy tranquila, pausada, me gusta reflexionar sobre las cosas que suceden a mí alrededor, me gusta cuidarme de no cometer errores, aunque de estos también se aprende, me gusta decir siempre la verdad ante todo. Que si soy sentimental, si lo soy, que si soy soñadora, si lo soy, después de todo, los grandes logros de los cuales la humanidad hoy se beneficia, fueron sueños que una vez tuvo alguien y se le hizo realidad. Para Paula, su sueño para Venezuela “…un mejor deseo para Venezuela, que nosotros fuéramos un país desarrollado en todas sus potencialidades, que la doto la naturaleza, y que no tiene nada que envidiarle a otras naciones, con el respeto que estas se merecen, Aun más, quisiera para mí país que todos comenzáramos a tomar conciencia, de que solamente unidos sin egoísmo, sin mezquindades ni avaricia de poder y poseer. Y eliminarnos esa cultura de pobreza que llevamos los venezolanos y les este pensamiento de Don Simón Rodríguez “El hombre no es ignorante porque es pobre, si no todo contrario”.
Me llamo Minerva, nací un 12 de octubre, soy la mayor de tres hermanos dos hembras y un varón, tuve mi primer bebé al año de casada, luego me animo mí mamá a seguir estudiando, me gradué y actualmente soy maestra de aula. Soy una persona tímida, si me hablan yo hablo, toda la vida he sido seria en el sentido de que me criaron así, mí mamá me dice que en donde me sentaban allí me quedaba, no como ahorita que los muchachos son inquietos, y a veces me gustaría cambiar dejar atrás tantas cosas como los nervios y la timidez cuando me paro a decir algo delante de personas desconocidas, me encanta tener amigos y cuando los visito lo que no puede faltar es taza de café. Para Minerva, su sueño lo expresa así “…una de las cosas que siempre he querido para Venezuela y que espero verlo antes de partir de este mundo y cuando este viejita es verla como un país desarrollado, que establezca su propia economía, salud, educación para todos los venezolanos y otra cosa importante e rescate de los valores y principios. Venezuela es un país rico, tenemos la mayoría de los recursos en materia prima (minas, petróleo, hierro, aluminio, carbón, etc.) teniendo todos estos recursos no hay la necesidad de ser un país pobre, tiene que haber un despertar, un nuevo conocimiento que enrumbe hacia la productividad con nuestros propios conocimientos adquiridos, de prepararnos cada día más para el desarrollo y transformación de estos recursos”.
María es mí nombre, nací un 18 de septiembre, realice mis estudios universitarios y ahora soy profesora en el área de Educación para el Trabajo, tengo tres hijos dos varones y una hembra. Me gusta poner en práctica todas las habilidades adquiridas a través de mis estudios realizados, actualmente trabajo en un proyecto en base a un cultivo Aloe vera y su procesamiento agroindustrial. Cuéntanos tú sueño “…Venezuela es un país que posee innumerables riquezas naturales, mineras y desde luego una población excelente para desarrollarse. Esto nos permite soñar o imaginarnos esa Venezuela en donde todos estos elementos se combinen y se utilicen adecuadamente. Esta Venezuela contaría con: a) Un sistema educativo en donde toda la población tengan acceso a la educación y a formarse en una actividad que les permita desempeñarse dentro de la sociedad y al mismo tiempo fomentando la integración u organización de todos para el crecimiento social y económico. b) Servicios de salud en donde se les brinde atención plena a la población con buenos y bien dotados centros de salud. c) Fuentes de empleo con salarios justos que permitan la adquisición de bienes y servicios. d) Una población con una formación hacia la empresa turística para el aprovechamiento de este importante sector. e) Con una población con una gran conciencia ecológica que es permita hacer uso de sus recursos al mismo tiempo que tome en cuenta el aspecto conservacionista. f) Con una población unida en pro del desarrollo del país.
Mi nombre es Rafeli, nací un 5 de agosto, soy licenciada en Educación preescolar, soy casada tengo tres años de feliz matrimonio aún no tenemos hijos, pero todo se lo dejo a Dios porque él es el que escoge lo mejor para nosotros. Me encanta el trabajo social porque es con el contacto directo con las personas que uno adquiere sensibilidad, paz espiritual y amor al prójimo. Tengo muchas expectativas con el trabajo cooperativista ya que es a través de la unión, responsabilidad y compromiso que se obtienen las cosas en pro de una comunidad; y la comunidad donde vivo es nueva y tiene muchas carencias materiales, pero grandes riquezas humanas; los vecinos son muy colaboradores y tienen deseos de trabajar por su comunidad. Para Rafeli su sueño para Venezuela “…para mí país deseo lo mejor y sobre todo felicidad, y eso no está lejos porque todos la tenemos dentro, en un rinconcito llamado corazón; solo necesitamos paciencia, constancia y perseverancia en las metas que nos trazamos, de este modo tengamos la seguridad que la felicidad no nos desamparará jamás. Todos podemos lograr lo que nos propongamos y para ello debemos aprovechar los recursos materiales y humanos, que tenemos a nuestro alrededor. Sobre todo el recurso humano, ya que posee un potencial inagotable de ideas, sueños, ilusiones y esperanzas, eso es lo que nos ayudará a luchar y obtener lo que deseamos. El potencial más grande que tiene Venezuela son todos y cada una de las personas que en ella habitan; es por eso que mí sueño es que exista en nuestro país la hermandad, el amor, la solidaridad, la comunicación afectiva y el compromiso de cada uno de sus habitantes de trabajar y ofrecerle algo positivo a nuestro país y de este modo tendremos la nación que todos necesitamos y nos merecemos donde reine la paz y el amor”.
Para Omaira otra de las participantes en los cursos-talleres su sueño se traducía en “…Venezuela un país donde los factores económicos y políticos, sociales y culturales predominen. Donde exista la libertad de expresión, la armonía, la unión, el amor. Un país donde se supere la crisis de valores existente en los actuales momentos; donde los ciudadanos sean más concientes de la misión que le corresponde cumplir. Una Venezuela donde predomine la solidaridad, hermandad y sobre todo la paz; que exista un gobierno sólido que tome más en cuenta al ciudadano, que le ofrezca empleo a los más desposeídos, y que vele por los de la calle. En síntesis, sueño con una Venezuela fructífera”.
Para Nataly su sueño fue corto “…todos soñamos para hacer un bonito país, una mejor Venezuela, pero que hacemos nada, soñar y solamente soñar, pensar, escribir, decir algo maravilloso pero solamente queda en palabras, en sueño, en esperanza, lo más importante que tú, que cada uno de nosotros haga nuestro sueño realidad y no solamente quede en sueños sino en logros, triunfos, ese sería mí sueño para Venezuela. Hacer realidad los sueños de cada venezolano”.
Y por último para este blog, el sueño de Belkis “…yo sueño con una Venezuela que sea como una tacita de plata o mejor un paraíso y por que no la tierra prometida, ¡Esa que Dios nos tiene reservada!, donde todo sea bello, que no haya tristeza ni dolor, una Venezuela que se base en el ahorro para que todos podamos ser capaces de satisfacer nuestras necesidades, una Venezuela productiva donde no exista la delincuencia, la pobreza, una Venezuela con una Educación Integral y de calidad, que sepamos aprovechar nuestra naturaleza(mares, montañas, ríos entre otros), para el beneficio de todos, con una previsión social excelente y una familia unida con valores bien definidos y sentimientos buenos, ¿Pero me pregunto? ¿Será posible esta Venezuela?. Claro, este sueño será realidad cuando cada uno de nosotros pensemos y actuemos que la Venezuela que queremos ver esta en el cambio que nosotros, y cada uno de nosotros podamos realizar”.
Pero Venezuela, a diferencia de lo que ocurre en otros países, que no disponen del dinero necesario para pagar sus deudas, dar financiamiento y comprar en los mercados internacionales, tiene dinero en abundancia, le suministra petróleo barato a varias naciones, asume sus deudas, construye casas, suministra energía eléctrica a países amigos y paremos de contar, tanto, que no es metafórica la expresión de que nuestro país es un río de oro. La célebre frase de don Cecilio Acosta: “hasta las bestias pisan oro y es pan cuando se toca con las manos”, es una verdad irrefutable: Venezuela nada en oro, aun cuando en la actualidad, desgraciadamente, a pesar de ese oro, hay niños en la calle, hay desempleo, pobreza y lo más lamentable de todo es que no producimos comida. Sin embargo, a pesar de todo ese dinero que el Estado posee, parece como si la actividad oficial se desarrollase en una forma que pudiéramos calificar de empírica, de inconexa, por cuanto no se ven las obras de verdadera trascendencia que sirvan de base para la transformación del este país y le permitan en el futuro, --en un futuro que todos debemos esforzarnos porque advenga lo más pronto posible--, abastecerse a sí mismo y cubrir por sí propio todas sus necesidades, si no en la forma absoluta que sería de desear, por lo menos en un gran porcentaje. ¡quiéranse!

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