Migajas de un Soñador
Esto es algo que yo siempre había querido hacer, poder contaros historias reales y vivenciales de mí trabajo con la gente, espero que lo puedan leer a través del blogger, disfrutarlo y por que no, comentarlo con los demás.La historia que hay detrás de mí relato, son cosas vividas, tiene lugar en un pueblito campesino de pescadores llamado Codore de la Playa al lado de una quebrada seca, bastante ancha porque para atravesarla hay que rodar, en seguida otro pueblito Ocorote, son los más cercanos que podemos encontrar por allí. Al norte del sur, que identifica este pedacito de tierra en este gran globo terráqueo, un país rico pero pobre, aquí en estos pueblitos hay mucha gente pobre, donde se pasa hambre y desolación, se las cuento por que la he vivido.
En febrero de 2003, comenzamos un trabajo con la comunidads de Codore de la Playa, lo primero que nos llamó la atención fuerón un par de ancianos abandonados, él ciego y cuerdo sabía donde estaba todo y ella medio veía pero los años la habían despistado de la realidad, pero juntos hacían un binomio para sobrevivir. Lo que más nos impresionó, es que vivían en un rancho donde guardaban las artes de pesca, abandonados, comían porque una de las nueras cuando se acordaba les llevaba de comer. Nos lleno de indignación y coraje, ver como la familia vivia bien, y el anciano pescador y su esposa que luchó para levantar a esa cuerda de no se qué, esperaban sus últimos días en estas condiciones.La señora ya murio, estaba en vida en estado de descomposición, no pudimos hacer nada, y saben por qué, porque la familia no tenía tiempo. Un día, me reuní con ellos y les exprese mí dolor, pero también mí rabia, les dije "eso que le han hecho a sus padres, sus hijos se lo harán a ustedes"; Hoy el anciano pescador vive con una nieta en otro pueblo.
En febrero de 2003, comenzamos un trabajo con la comunidads de Codore de la Playa, lo primero que nos llamó la atención fuerón un par de ancianos abandonados, él ciego y cuerdo sabía donde estaba todo y ella medio veía pero los años la habían despistado de la realidad, pero juntos hacían un binomio para sobrevivir. Lo que más nos impresionó, es que vivían en un rancho donde guardaban las artes de pesca, abandonados, comían porque una de las nueras cuando se acordaba les llevaba de comer. Nos lleno de indignación y coraje, ver como la familia vivia bien, y el anciano pescador y su esposa que luchó para levantar a esa cuerda de no se qué, esperaban sus últimos días en estas condiciones.La señora ya murio, estaba en vida en estado de descomposición, no pudimos hacer nada, y saben por qué, porque la familia no tenía tiempo. Un día, me reuní con ellos y les exprese mí dolor, pero también mí rabia, les dije "eso que le han hecho a sus padres, sus hijos se lo harán a ustedes"; Hoy el anciano pescador vive con una nieta en otro pueblo.
Comentarios