Aquellos Años (2015-2020) … Soy migrante en tierras quiteñas, cerquita del “Cielo”
Mi Ventana en
“Cuarentena”
¡Del confinamiento a
lo desconocido!
¡Remembranza de algo
vivido!
Desde mi “Rincón Solitario”, a través de mi ventana
veo la ciudad detenerse, esto es cualquier día en la mañana, no hay el
movimiento acostumbrado, todo está en calma, triste la soledad que se vive.
Está es la ciudad de Quito, Av. 6 de diciembre con Av. Eloy Alfaro, aquí vivo y
contemplo mi ciudad. ¡Oh! Cuarentena con toque de queda. ¡Será!
Las noches son silenciosas, nada se mueve,
todo está en calma, el musculo duerme, la ambición descansa, recordando aquel
tango “Silencio” que interpretaba Carlos Gardel.
Hemos sido atacados, el mundo ha sido atacado,
con un arma mortal, invisible, solo se puede detectar cuando está en el cuerpo
humano, si la acción preventiva no tiene éxito, solo queda la muerte del
ciudadano.
Hoy, podemos reseñar la gran cantidad de
muertos, en países desarrollados y países del tercer mundo; pero, hay un
detalle grotesco, la OMS les lava la cara a los chinos, carajo hasta cuando
tanta complicidad, no puede ser. La OMS tiene que desaparecer, surgirán
nuevas organizaciones imparciales que puedan controlar la salud en el mundo.
¿Cómo vamos a restablecer la prosperidad en nuestras
naciones? Comprometida por la crisis del virus chino, destruyendo las
riquezas, el trabajo, el salario y en general la economía de los países
afectados.
Se dice que el periodo 1960-1973 había sido
la etapa sin precedentes en la historia económica, la cual no puede repetirse
ni prolongarse.
Consecuencias: después del todo-carbón
llegamos a la civilización del todo-petróleo, luego pasamos al todo-nuclear.
Actualmente, llegamos a lo que pudiéramos llamar todo-virus, situación que esta
arrasando a miles de personas en el mundo.
La humanidad nos parece condenada a muerte en
breve plazo si persiste en sus errores. Y no quiero ir
hablar de ello. Tal es el caso del gobierno chino: “un informe de inteligencia
alemán reveló que Xi Jinping pidió personalmente al director de la OMS que
ocultará información sobre el coronavirus”.
Esto es grave, el problema son las
generaciones futuras, sin tener en cuenta nuestra responsabilidad ante las
generaciones futuras, los que todavía no han nacido, que aún no tienen
representantes … salvo quizás que nos unamos para salvar al mundo.
Espero que nuestros conciudadanos tomen conciencia
de está situación que estamos viviendo.
No hace mucho hacía la observación a mis
hijos de que la gente del futuro no verá el día de hoy como lo hacemos
nosotros. No es fácil que podamos mirarnos con los ojos del futuro. Hay sin
embargo una cosa de la cual estoy seguro: pasaran los siglos y la gente
recordará que allá en los comienzos del siglo XXI fuimos atacados por un virus
mortal que mató mucha gente. Podría predecir que para entonces los aspectos mas
turbadores y angustiosos de nuestros días estarán olvidados en un pasado
distante.
“Todo lo que es pasado murió ayer” dice el
poeta
“y lo que hoy ha nacido es futuro acontecer”.
¡Una migaja final…!
El nacimiento de una generación
María Rosa Zury
Revista Opción
Es tan extraño lo que nos sucede, estos días
parecen irreales y hasta sacados de una película de ciencia ficción en la que
la humanidad ha sido privada de su libertad; una libertad que nos parecía tan
inherente a nuestros días y que hoy -por una amenaza viral- no está más. Días en
donde los animales han regresado a su hábitat natural, en donde el cielo es más
limpio y el planeta respira mejor tras la ausencia de los seres humanos. Días
en donde sentimos que el final de la vida como se la conocía, está cada vez más
cerca.
Han transcurrido más de quince noches desde que empezó el aislamiento y
la incertidumbre no ha cesado.
Peor aún, el encierro físico ha afectado por
completo a una generación acostumbrada a observar el mundo a través de su
celular y de su trabajo, a ser considerada sujetos programados o materialistas.
En estos seres han aparecido sentimientos como la angustia, la ira, el miedo y
la depresión como consecuencia del confinamiento; parece imposible, pero lo ha
hecho, aunque también el aislamiento los ha despertado.
Y al abrir sus ojos ha aprendido a volar
dentro de sí mismo y a valorar más todo. A buscar su libertad dentro de cosas
sencillas como cocinar, leer, reír, amar, cantar. Para esta generación, ya nada será como era
antes, ni las relaciones amorosas, ni los abrazos, ni el trato con el resto, ni
las reuniones o los encuentros pequeños con sus amigos o familiares. Nada será
como antes, todo será distinto.
La primavera llegó y junto a ella también surge una generación nueva
llena de personas más reales, quizá más humanas y más críticas.
Seres vivos que continuarán soportando todo,
más de lo que creen y, a la vez, buscando el faro que les guíe al camino de
retorno a las calles lúcidas del pasado. Aunque esta vez, ojalá lejos de lo
material y más cerca de la solidaridad, la humanidad y la verdadera libertad.
¡Citas celebres…!
“Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva
una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un
promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de
cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso,
nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”. (John Donne).
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