Aquellos Años (2015-2020) … Soy migrante en tierras quiteñas, cerquita del “Cielo”


Alfredo Sadel
Retablo de Maravillas Musicales
¡Mi Viejoteca Musical (7)!


Recordar momentos inolvidables, nuestra mente tiene el poder de viajar al pasado. Puede incluso viajar a través del tiempo. Eso me permite recordar, como dicen por allí, “recordar es volver a vivir de nuevo”, de cosas donde las horas me pasaba tan feliz, bellos recuerdos que nunca olvidaré.
Para aquel entonces, mis años de juventud, mi amigo Esteban, tenía un “tocadisco”, era una petaquita, allí escuchábamos música en 45 y 78 rpm, nos gustaba la “opera”, y de los tenores Enrico Caruso y Mario Lanza, este último tenía una voz increíble. Podría decirse que Enrico Caruso es el cantante más famoso de la historia. Su voz tenía un timbre dulce, lleno de coloridos. En cambio, Mario Lanza un tenor de notables cualidades, figura característica del cine musical de los años cincuenta.
Hasta que llegó la televisión en blanco y negro, era a mediados de los años 50, comenzaban los espectáculos presentando artistas nacionales, y allí, escuche esa voz, era de un tenor, la de Alfredo Sadel, que se conocería más tarde, como el “tenor favorito de Venezuela”. Su potente y versátil voz lo llevó por los más grandes escenarios de Europa y América durante buena parte del siglo XX.
Reconstruir mis recuerdos, me permiten en ausencia decir: “patria mía que lejos te vas quedando, tus recuerdos de mi se están alejando”, que tristeza me da andar lejos de mi patria.
¡Algunos rasgos biográficos!
Manuel Alfredo Sánchez Luna, nombre original del cantante más portentoso en la historia musical de América latina, y en particular de Venezuela, nació en Caracas, en la popular barriada de San Juan, el 22 de febrero de 1930. Fueron sus padres, Manuel Sánchez Benítez y doña Luisa Amelia Luna, de modesta condición económica, su hermano Noel fue militar de la Armada venezolana; no obstante Alfredo cursó educación primaria en el colegio salesiano “Domingo Savio”, de Los Teques, estado Miranda, guiado por los sacerdotes, Calderón y Sidi, quienes lo motivaron musical y artísticamente entre 1937 y 1944. Intervenía en el coro de las iglesias de San Juan y San Pablo; su primera presentación destacada se produjo en la María Auxiliadora de Sarría, interpretando “Ave María” del austríaco Franz Shubert, el 24 de mayo de 1943 para satisfacción del padre Azuara, oficiante de la misa. Retirado del colegio de Los Teques, se ve en la necesidad de trabajar como dibujante y calígrafo, sus caricaturas se publican en “La Esfera” y “Fantoches”; y es aprendiz en la agencia publicitaria “Mc Cann Erikson”, al lado de Jesús Soto el artista del “cinetismo” y Carlos Cruz Diez, del arte óptico y cinético; ironías o casualidades, encontrarse o coincidir juntos como principiantes, los 3 artistas más destacados y trascedentes del país en el siglo XX.
¡Su trayectoria artística!
Impresiona su trayectoria: durante su vida profesional grabó más de un centenar de discos de larga duración con un repertorio superior al millar de canciones, sin distingos de géneros ni ritmos, algunas de ellas nacidas de su propia inspiración.
¡Debut como cantante! Se dio en la catedral de Caracas, cantando el Ave María e impresionando a quienes lo escucharon. Diversos mecenas ayudaron a su formación que empezó en la Escuela Superior de Música de Caracas y continuó en México, Nueva York, Buenos Aires, Barcelona, Salzburgo y Milán e incluían solfeo, piano, armonía y composición.
Pero su consagración ocurriría sin embargo en la música popular, por lo que hoy es recordado con cariño y afecto no solo en la región del Amazonas que “guarda el tesoro verde del alma indoamericana…” (como la define en Canta arpa, una de sus más bellas canciones), sino en el resto del continente.
En 1943, participó en un programa de aficionados. Tres años más tarde debutó en Radio Caracas Radio. En 1946 canceló la suma de diez bolívares para grabar un acetato con su voz, y diez bolívares de derecho de autor al compositor Guillermo Castillo Bustamante. La grabación contenía el bolero Desesperación, y el tango Trenzas. Nunca salió al aire, porque el cantante quedó decepcionado con el resultado. Durante un año trajinó el disco, detectando las fallas, hasta que, en 1948, es aceptado para grabar -en prueba- su primera grabación comercial: Diamante Negro, un pasodoble con música de José Reyna y letra de Luis Peraza “Pepe Pito”. Un año más tarde la grabación fue realizada de nuevo, superando fallas.
En 1952, graba los temas Déjame, de Conny Méndez y Me queda el consuelo, de Aldemaro Romero. También compone y graba Por el Prado y Cerca de ti. Estaba naciendo el Sadel compositor, autor de letra y música, para dejar un aporte a la creación musical aún no reconocido.
Será en 1952 cuando llegó a Estados Unidos para presentarse en el Teatro Jefferson y el Château Madrid. Este escenario le dedicó trece semanas consecutivas de presentación, y le valió su participación en el programa Colgate Comedy Hour. Además, grabó “Mi canción” para la casa disquera RCA Víctor, y fue considerado el artista latino más popular de ese momento. Entre 1954 y 1957, Alfredo Sadel intensificó sus presentaciones con giras en Estados Unidos, Puerto Rico, Cuba y Venezuela. Incursionó en el cine mexicano, en las películas “Tú y la mentira” y “El ratón”, además grabó varios discos. En 1958, la Metro Goldwyn Meyer lo contrató en sustitución del tenor Mario Lanza, aunque por razones legales el contrato no se ejecutó.
Entrando la década los sesenta Alfredo Sadel dedicó su talento a la interpretación lírica de arias, zarzuelas y óperas, en escenarios nacionales e internacionales. En su edad madura regresó al género de la canción popular de boleros, tangos, valses, jotas, chotis, sones, danzones, incluso rancheras. Popularizó las composiciones de los venezolanos: Chelique Sarabia, Conny Méndez, Aldemaro Romero y María Luisa Escobar, entre otros, así como promovió el Plan Nacional de la Ópera en Venezuela.
El 15 de mayo de 1988 debutó en el Teatro Teresa Carreño, junto a la Orquesta Sinfónica de Venezuela, con un repertorio de arias y dúos de óperas. Al año siguiente se presentó a casa llena junto a la intérprete argentina María Marta Serra Lima y el trío mexicano Los Panchos.
¡La muerte del cantante!
La madrugada del 28 de junio de 1989 comenzó muy temprano en Caracas con la noticia del fallecimiento del gran Tenor de Venezuela, Alfredo Sadel, quien días atrás, el 24 de mayo, se había despedido de su público en un concierto con la Orquesta Sinfónica Venezuela.
¿Saben por qué estoy aquí?, preguntó al público. “Quería verlos”, respondió, con el mismo nudo de la garganta de quienes fueron a su despedida en la sala que le habían negado en varias oportunidades, a la que llegó en silla de ruedas. 35 días después conmovió al continente entero al saberse la muerte aquejado por un cáncer óseo, a la edad de 59 años.
El gobierno decretó tres días de duelo y en las radios sonaban sus canciones a manera de honra para la memoria de una de las voces más importantes y privilegiadas de Venezuela.
¡Reconocimientos!
La Fundación que lleva su nombre los recopiló en tecnología digital, en una serie denominada Documentos Alfredo Sadel, para que su voz y su memoria estén para siempre presentes en el acervo cultural venezolano.
En 1999, su hijo, el colega periodista Alfredo Sánchez realizó el documental: "Alfredo Sadel: aquél cantor", uno de los trabajos más completos sobre su vida, donde muestra escenas inéditas como las recogidas en Estados Unidos, en los años '50 del siglo pasado. En el documental en su voz Sadel cuenta historias de su vida artística como cantante, pormenores de su evolución, también contadas por grandes figuras de la música mundial como Plácido Domingo, Lucho Gatica, Miguel Aceves Mejías, Celia Cruz, Libertad Lamarque y Simón Díaz, entre otros.
¡Una migaja final…!
Este tiempo también fue importante desde el punto de vista personal. En 1962, nació su hija Elvira Luisa, quien heredó el talento de su padre y se convirtió en soprano. En 1964, nació su hijo Alfredo Andrés, quien se convirtió en periodista. En 1977, organizó una gran temporada de ópera en la Universidad Central de Venezuela. El año siguiente fue invitado a cantar la ópera “Carmen” en el Teatro Municipal de Marsella, junto a los famosos tenores Tudaré y Lance. Estas presentaciones fueron muy importantes para Sadel, pues a pesar de que fue contratado para dos noches, cantó durante cuatro noches seguidas. Para no olvidar sus comienzos, Alfredo graba en 1979, un disco homenaje a “Los Panchos”, esta producción como muchas otras de Sadel fue un rotundo éxito de ventas.
Durante la década de los ochenta, Sadel se presentó durante la temporada de Zarzuelas en el Teatro Nacional de Caracas. Había aumentado de peso; sin embargo, él bromeaba al respecto diciendo: “El tenor más flaco pesa 80 kilos”. Este detalle físico no le impidió emprender giras y deleitar a su público con sus canciones. Al final de esta década descubre que tiene cáncer en los huesos. A pesar de la enfermedad, continuó sus giras y presentaciones. Fue a Colombia, actuó en el Teatro Universidad de Medellín, el Teatro Fundadores de Manizales y el Teatro Colón de Bogotá.
FUENTES CONSULTADAS
Blog Página 15









Comentarios

ROSMARY. dijo…
ME ENCANTÓ. TODO LO RELACIONADO CON ALFREDO SADEL ME CAUTIVA. EN LAS CARRETERAS Y CLUBES DE VENEZUELA HABÍAN ROCKOLAS QUE MANTENÍAN TODOS SUS DISCOS GIRANDO. EN PUERTO AYACUCHO DONDE VIVÍ A PRINCIPIOS DE LOS SETENTAS ESCUCHABA SU MÚSICA. PERO MI EXPERIENCIA MAS MEMORABLE DE ALFREDO SADEL, DATA DE LOS AÑOS 80s CUANDO TUVE LA OPORTUNIDAD DE IRLO A VER Y OIR EN UNA PRESENTACIÓN EN EL CLUB DE ABOGADO EN BARQUISIMETO DONDE VIVÍA ENTONCES. IBA A CANTAR SOLO CON UNA PIANISTA Y YA TODOS SENTADOS, HACE SU ENTRADA Y SE PONE A TRABAJAR CON TODOS ESOS CABLES EN EL SUELO PARA HACER POSIBLE EL SONIDO. SE REÍA Y SE DISCULPABA. QUE BELLO. ESA SONRISA. AL EMPEZAR A CANTAR UNA DETRAS DE OTRA DE SUS FAMOSAS CANCIONES, PRINCIPALMENTE BOLEROS, HUBO DE PRONTO UN PEQUEÑO ESPACIO DE DESCANSO, PARA BEBER AGUA Y OTROS. YO HABÍA ESTADO ESPERANDO MI CANCIÓN PREFERIDA QUE AÚN NO LA HABÍA CANTADO Y VALIENTEMENTE ME PARÉ Y CON VOZ ALTA DIJE: ALFREDO! PODRÍAS CANTAR DESESPERANZA?. NUNCA OLVIDARÉ EL MOMENTO. SE PUSO LAS MANOS DE VISERA EN LOS OJOS Y ME LOCALIZÓ Y DIJO: PARA LA DAMA EN ROJO (ASÍ VESTÍA ESA NOCHE) AQUÍ ESTÁ: DESESPERANZA DE MARÍA LUISA ESCOBAR. YO ME DERRETÍA OYÉNDOLO. NADIE LA CANTABA COMO ÉL. SE LA OÍ UNA VEZ A CHUCHO AVELLANET QUE EXPLICÓO QUE LA HABÍA GRABADO COMO UNA CANCIÓN DE AMOR ENTRE HOMBRE Y MUJER HASTA QUE SE ENTERÓ QUE ERA EL GRITO DE DOLOR DE UNA MADRE POR LA MUERTE DE SU HIJO. SE DECÍA QUE ESE FALLECIMIENTO INSPIRÓ A MARIA LUISA ESCOBAR A ESCRIBIR TAL GRANDIOSA CANCIÓN. LA VELADA TERMINÓ PERFECTA. EL, ALFREDO SE RETIRÓ Y YO LO HICE TAMBIÉN A SOÑAR CON ÉL Y SUS CANCIONES. DE SUS CANCIONES VENEZOLANAS, NO PUEDO OLVIDAR EL GUARAPO. DE LAS PRIMERAS ROMÁNTICAS AQUELLA: SON TUS CARTAS MIS ESPERANZAS, MIS TEMORES Y ALEGRÍAS, AUNQUE SEAN TONTERÍAS, ESCRÍBEME, ESCRÍBEME...SUS PASODOBLES, SILVERIO, SU POTENTE VOZ CANTANDO GRANADA DE AGUSTÍN LARA. CUANDO ÉL SE ENFOCÓ MAS EN LA MÚSICA CLÁSICA Y LO VÍ DE PASO EN UNA AVENIDA EN CARACAS, LLEVABA UNA GABARDINA, USABA UNA BARBA GRANDE Y ESTABA ENORME..PERO SEGUÍA SIENDO NUESTRO ALFREDO SADEL.LO SIGO QUERIENDO Y ADMIRANDO. GRACIAS QUERIDO CAMILO POR ESCRIBIR SOBRE ÉL. TRAE RECUERDOS BELLOS NO SOLO DE ALFREDO, SINO DE ESA ERA TAN LINDA, FELIZ Y AGRADABLE QUE VIVIMOS EN UNA VENEZUELA QUE SE ESFUMÓ.

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