Memorias de un Extensionista (5)
¡El tiempo no borra
tu huella!
¡Al caminar, tejemos
muchas historias!
¡Remembranza de algo
vivido!
Esta entrada es tomada del “Diario de un Extensionista”, de fecha 23 de mayo de
1996, donde realizaba mis anotaciones sobre trabajo de extensión rural
realizado por los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental “Francisco
de Miranda”, a través del Grupo de Extensionistas Rurales UNEFM-2000 (GERU’2000);
esta vez escribiría sobre una invitación realizada como ponente en un
importante evento.
Lugar, sede de la Fundación CIARA, Caracas,
atendiendo una invitación del Dr. Hugo Pinto Sardi Director de Capacitación
para el momento, para que disertara sobre “Reflexiones sobre el Desarrollo
Rural Integral”. Tuve la oportunidad de pasearme desde el Seminario
realizado en Mali en 1978, donde se plantearon los objetivos del Desarrollo
Rural Integrado, que posteriormente en un Simposio en Nairobi ese mismo año
quedaron distinguidos cuatro objetivos claves, todo esto orientado a promover
un desarrollo que armonice con el ecosistema antes que un desarrollo que lo
mutile o destruya. Cómo la extensión agrícola es la estrategia del desarrollo
rural, obligatoriamente tenía que caer allí. Aunque parezca pesimista expresé,
el hecho es que, en toda América Latina, los responsables de la extensión, no
sólo forestal sino principalmente agrícola y pecuaria, están llegando a la
misma conclusión lacerante: sus métodos no funcionan. Es
inútil pensar en el “perfil” del extensionista. Los manuales están llenos de
descripciones de cómo debe ser el extensionista: sencillo, abnegado, idealista,
lleno de fe. Estas descripciones, se asemejan a las de un misionero en
territorio hostil, no tiene ningún sentido si no se inserta al extensionista en
un sistema de extensión. Seamos claros: estamos apostando en favor de un
sistema de extensión cuya meta principal sea la autogestión campesina, no a la
adopción per se de ciertas normas técnicas o el cumplimiento de algunas metas
físicas, fijadas desde afuera del mundo campesino. La noción de autogestión
suena a herejía. ¿Pero acaso son los campesinos autogestionarios en la
agricultura y ganadería? Otro aspecto de la conferencia trató sobre el Maestro
Rural, los maestros son elementos fundamentales a la hora de ejecutar cualquier
programa relacionado con el desarrollo agrícola, sin embargo, han sido
olvidados en casi todos los programas de promoción social en el campo. Los
ejemplos que presente fue la capacitación de un grupo de Maestros como “Promotores
Comunitarios y su trabajo a nivel de la comunidad”, Núcleo Escolar Rural
190 (NER 190), cabe mencionar las comunidades del Taque, la Rinconada,
El Cerrito, Mochoruca y Maitiruma, Parroquia Santa Ana, Municipio Carirubana, y
el Núcleo Escolar Rural 286 (NER 286) donde podemos recordar las
comunidades de Piedra Grande, Cururupare, La Puerta y Rancho Lázaro, Parroquia
Piedra Grande, Municipio Democracia. Continuaba con la ponencia expresando, es
necesario discutir con la población cuáles son sus necesidades. Antes
preguntábamos primero por las vacas o los potreros, ahora nos el hombre, la
familia, el entorno social. Si desconocemos ese contexto, cualquier
programación puede fracasar. Las Universidades desvían su objetivo muchas
veces. Forman técnicos, especies robotizados que se olvidan que hay una
comunidad a la cual atender. El extensionista agrícola no puede ser un invasor
que olvida al hombre, un hombre con necesidades, y problemas distintos. Se
requiere de un encuadre nuevo que cambie la idea tradicional. En vez de
preguntar que ha hecho el Estado por el productor, el productor debe plantearse
qué ha hecho por el país, por el Estado, por su comunidad. Insistí en que el
Maestro Rural es clave en cualquier trabajo de extensión. Un Maestro de Pedregal
tiene que conocer de chivos y artesanía para que trasmita esas destrezas. Es la
única manera de que el muchacho, cuando salga de noveno grado sepa realizar una
actividad dentro de la comunidad. De lo contrario, estaremos frente a un joven
desadaptado, que no ama su medio y no puede incorporarse al mercado de trabajo.
¡Foto de entrada…!
Maestros del NER-286 del
Municipio Democracia de visita al “Proyecto Jacura”, en compañía del Prof. Omar
García sociólogo del Proyecto.
¡Una migaja final…!
¡Urge incorporar al docente a los programas agrícolas!
Entrevista realizada el 23 de mayo de 1996,
CIARA, Caracas.
Los maestros son elementos fundamentales a la
hora de ejecutar cualquier programa relacionado con el desarrollo agrícola, sin
embargo, han sido olvidados en casi todos los programas de promoción social en
el campo. Así lo manifestó el Ingeniero Camilo García Robles, Coordinador del
Proyecto de Investigación/Desarrollo de los Sistemas de Producción Agrícola del
Pequeño y Mediano Productor, durante una conferencia magistral que dictó en la Fundación CIARA,
ejecutora del programa Banco Mundial para la extensión agrícola.
Camilo García narró a los asistentes, sus
experiencias en la Universidad “Francisco de Miranda” en Falcón, donde con la
comunidad ha elaborado programas exitosos que han permitido mejorar el nivel de
la población y promover a las familias rurales sobre la base de sus propios
recursos y capacidades.
E l profesor García dirige el proyecto de
desarrollo agrícola en Falcón, el cual se inició en la población de Jacura, la
cual se ha transformado en modelo de lo que debe ser la extensión
agrícola. Es necesario discutir con la
población cuáles son sus necesidades, indicó.
Antes preguntábamos primero por las vacas o
los potreros, ahora nos preocupa el hombre, la familia, el entorno social. Si
desconocemos ese contexto, cualquier programación puede fracasar. Las
Universidades desvían su objetivo muchas veces. Forman técnicos especies
robotizadas que se olvidan que hay una comunidad a la cual atender. El
extensionista agrícola no puede ser invasor que olvida al hombre, un hombre con
necesidades, y problemas distintos. El hombre del campo se enfrenta al Sida, al
secuestro, al abigeato, y también se encuentra en zonas de grandes
potencialidades, como el turismo o la pesca, todos estos elementos son
importantes.
Para el profesor Camilo García hoy en día se
requiere un encuadre nuevo que cambie la idea tradicional. E n vez de preguntar
qué ha hecho el Estado por el productor, el productor debe plantearse qué ha
hecho por el Estado, por su país, por su comunidad.
Como dato interesante, el conferencista
señaló que ha logrado la incorporación de las mujeres, de los jóvenes y de los
“abuelos” de la tercera edad, en clubes diferentes que participan en las
actividades de Jacura, dentro del criterio de “trabajar todos por un objetivo
común”. Reconoce que, las diferencias políticas y religiosas constituyen un
obstáculo para desarrollar cualquier programa de desarrollo. No se puede
aceptar que la diferencia de credos o de partidos entorpezca los programas.
En un banco de la acción realizada insistió
en que el maestro rural es clave en cualquier trabajo de extensión. Un maestro
de Pedregal tiene que conocer de chivos y de artesanía para que transmita esas
destrezas. Es la única manera, de que el muchacho, cuando salga de noveno grado
sepa realizar una actividad dentro de la comunidad. De lo contrario, estaremos
frente a un joven desadaptado, que no ama su medio y no puede incorporarse al
mercado de trabajo – concluyó.
CIARA es la Fundación
encargada de ejecutar el programa del Banco Mundial para el desarrollo agrícola
sustentable. Cualquier información solicitarla al 02-4614422.
¡Promotores campesinos!
Siempre que nos ponemos a elaborar un perfil
de cualquier clase es tan larga la lista de cualidades y condiciones, que
realmente desanime por parecer algo imposible de reunir en una sola persona.
Nos olvidamos que el promotor no está hecho, no es un estatus, sino que él
mismo está en proceso de ser, se está haciendo, está también promoviéndose en
ese mismo quehacer social. Cumpliendo con uno de los objetivos del Grupo de
Extensionistas Rurales UNEFM-2000 (GERU’2000), en sus jueves de capacitación,
se decidió comenzar el día 25/02/1999 con el curso de “Formación de Promotores Campesinos”
en su primer nivel, con una duración de 40 horas, realizando las actividades
prácticas en las comunidades de Murucusa en el Municipio Petit y Río Chico en
el Municipio Colina. Queremos que nuestros estudiantes integrantes del
GERU’2000, tengan vivencias, en las experiencias prácticas de extensión rural
participativa, de campesino a campesino. El promotor campesino no “nace” se
“hace” paso a paso, por lo tanto, hay que concederle tiempo necesario para que
los resultados sean eficientes y sostenibles.
Los estudiantes de la Universidad interesados
en participar en nuevos cursos, se pueden comunicar con los Brs. José Luis
Blanco y Juan Mejías, o en la sede de las oficinas del Proyecto Agroforestal en
el Antiguo Seminario.
¡Tips…agradecimiento!
Nuestro agradecimiento a la gente de Murucusa
que nos atendió el domingo 28/02/1999. Ese mismo día estuvimos en las Cataratas
de Hueque, visitamos al señor Emiliano Chirinos, quien está sembrando en bolsa
1400 plantas para reforestación. A la ida, hicimos un toque en la comunidad de
Río Chico, conocimos a la Sra. Juana Bautista González y su familia, una mujer
líder en su comunidad. En las Dos Bocas visitamos la Escuela Básica. Nos
encontramos con la Maestra Valeria Núñez del Grupo de Promotores del Proyecto
Santa Ana, que formáramos en el año 1996. Valeria era maestra en el Cerrito,
Parroquia Santa Ana, con ella comenzaremos un trabajo en las “Dos Bocas” este
año. El pensamiento del mes: “Ir a donde la Educación se requiera” (Simón
Rodríguez).
¡AGRUCO!
Agroecología Universidad Cochabamba (AGRUCO)
es un programa universitario de formación, investigación e interacción social,
que, a partir de la revalorización del saber local y la agroecología, propone
alternativas para un desarrollo sustentable del área rural. Hemos recibido el
Boletín Nº 14 “Agroecología y Saber Campesino” aquellas personas que estén
interesadas en mayor información, dirigirse a: agruco@pino.cbb.entelner.bo.
¡Citas celebres…!
“El maestro es, necesariamente, militante
político. Su tarea no se agota en la enseñanza de las matemáticas o la
geografía. Su tarea exige un compromiso y una actitud en contra de las
injusticias sociales. Luchar contra el mundo que los más capaces organizan a su
conveniencia y donde los menos capaces apenas sobreviven. Donde las injustas
estructuras de una sociedad perversa empujan a los “expulsados de la vida”. El
maestro de caminar con una legitima rabia, con una justa ira, con una
indignación necesaria, buscando transformaciones sociales” (Paulo Freire).
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