¡Qué bonito es soñar como yo sueño, con mi
patria
feliz en libertad! (21)
¡No hay nada más difícil que vivir sin libertad y democracia!
¡Desiderata de un
Rebelde Soñador!
¿Quién es el responsable de MI EXILIO VOLUNTARIO?
¡Emigrar es un acto
de valentía, pero también de esperanza!
¡La represión en Venezuela a raíz de las elecciones del 28 de julio de 2024 ya ha conducido a un aumento de la
emigración!
¡La diáspora
venezolana es la mayor en el mundo de un país
que no ha sufrido una
guerra!
¡Te contaré una
historia (104)!
¡Crónica
de un Sueño de “Libertad y Vida”
X! Lula: espera que “Venezuela vuelva a la normalidad” y “esa
gente pueda volver” a su país “lo más rápido posible”. ¡Migración por el Darién vuelve a crecer en septiembre apuntalada por
venezolanos tras elecciones! ¡Llegan más venezolanos a Colombia: el flujo creció un 40% en agosto, según
Migración Colombia! Sociología del
éxodo I - Tomás Páez: “La diáspora
construyó una geografía que llegó
para quedarse”. Carolina Jaimes
Branger: “Y entonces me quebré”. Antonio Sánchez Alarcón: ¿Exilio
o destierro? ¡MCM alerta de otra ola migratoria si Maduro
sigue en el poder! ¡CRUZ ROJA dice
estar “preparada” para un posible nuevo éxodo de migrantes venezolanos a partir del 10 de
enero! “La percepción de la
migración venezolana hacia Colombia ha crecido considerablemente. Si antes
de las elecciones la proyección de migrantes
era del 30%, ahora se habla de un aumento
del 40%, reseño Blu Radio”. ¡El pueblo votó, Maduro te vas! ¡Viajar a través de un sueño de “Libertad y
Democracia”! (21)
¡Hola que tal, bienvenidos! Bienvenidos en mí
Laberinto, gracias por estar allí. Voy a iniciar esta página con la entrevista
que realizará Versión Final al destacado sociólogo venezolano Tomás Páez.
Tomás
Páez:
“La diáspora
construyó una geografía que llegó para quedarse”.
Versión Final presenta un análisis basado en
dos entrevistas con destacados sociólogos venezolanos conocedores de las
tensiones de los flujos migratorios de los últimos años y los posibles
escenarios de darse un cambio político en el país. En esta entrega de hoy, Tomás Páez, catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Coordinador del Proyecto Global
de la Diáspora Venezolana, plantea su visión del estado de las cosas.
Venezuela ya ronda un éxodo
forzado de 9 millones de ciudadanos esparcidos por todo el mundo. Ha sido un
desplazamiento comparado con países en guerra y ampliamente tratado desde la
sociología, tanto venezolana, como desde otras latitudes.
El país había sido siempre receptor de
migrantes. Hoy es todo lo contrario, una nación rota que expulsa a venezolanos
hacia el resto de América y Europa mayoritariamente.
Tomás Páez Bravo es sociólogo, catedrático e
investigador de la UCV y además
coordina el Proyecto Global de la
Diáspora Venezolana. Ha estudiado y analizado no sólo los movimientos de
venezolanos, sino las experiencias en otros países para prefigurar
comportamientos.
La sensación de un posible cambio político en
Venezuela plantea interrogantes sobre los retornos, su factibilidad e incluso
sus números.
Páez reconoce que, bajo ese escenario sí se
podrían iniciar flujos de retorno, pero prefiere no pronosticar sobre si serán
o no masivos.
“Se trata siempre de un hecho individual,
aunque se estén consolidando las esperanzas de construir un país mejor”
El investigador sostiene que los porcentajes
de retornos de migrantes, que han sido estudiados alrededor del mundo, indican
que las cifras pueden estar en torno al 30 0 40%, no obstante esas métricas
documentadas no tienen por qué calzar al caso venezolano.
“Y no
tendría que darse todo de golpe tampoco”
Las propias dinámicas de esa diáspora que ya
ha comenzado a instalarse en otros países, que han llevado a conformar
familias, a tener hijos con otras nacionalidades, a estar los padres en
trámites de una nueva nacionalidad, con buenos trabajos, a adquirir viviendas,
educación, seguridad, piensa, que marcará cualquier decisión de esos
venezolanos que ya han construido o han empezado a construir en otros países,
pero también el hecho de que cada familia o individuo puede analizar que, pese
a un cambio político y gane la presidencia Edmundo González Urrutia, no será
indicador para que se genere un retorno masivo.
La gente sabe que la mejora no será
inmediata. Páez ve menos probable que esos segmentos regresen.
“Pero eso no significa que entre ellos no
haya la disposición de cooperar en la reconstrucción de Venezuela”.
En lo que sí confía el catedrático es que, de
concretarse un cambio del 28 de julio, pueda minimizarse la salida de
venezolanos del país.
¡La migración
es ganancia!
Tomás Páez asegura que la diáspora ha
construido una “nueva geografía”, una geografía que llegó
para quedarse.
“La
presencia de venezolanos y de Venezuela, por tanto, en todo el mundo, ya es construcción. La denuncia constante y la defensa constante de
los Derechos Humanos en Venezuela y de los miembros de la diáspora en los
países de acogida”.
Y agrega que también esa misma diáspora
nucleada, que mapean ya en más de mil 300 organizaciones logra que los
parlamentos de los países receptores, que gremios y que la prensa se pronuncie
y haga seguimiento al caso venezolano.
“Están construyendo nuevas relaciones en el
mundo de la salud o en el mundo de la salud mental. Proyectos que están en
marcha con gobiernos locales, con asociaciones de la sociedad civil, etc, con
los empresarios, ya es un trabajo que se viene realizando. La diáspora no está
a la espera a ver qué sucede después del 28 de julio, es que ya han venido
prefigurando. Son parte de este proceso de transformación de Venezuela”, precisa
Páez.
Y reconoce que esa diáspora organizada se ha convertido en un factor importante de la geopolítica propia de Venezuela con maneras
distintas, pero efectivas. El sociólogo señala que están llevando cultura,
metodologías, conocimiento, ciencia, emprendimientos y experiencias que son
aprovechadas.
¡Escenario
de mayor conflicto!
Para el sociólogo, el Gobierno de Maduro ya
ha crispado a sus antiguos aliados, sobre todo con las más recientes
declaraciones sobre los “baños de sangre”
si llegara a perder. Reaccionaron Lula, de Brasil, y Alberto Fernández, de
Argentina, pero ya otros se han pronunciado, Boric, desde Chile y Petro desde
Colombia, los discursos de esos líderes ya no representan un respaldo absoluto,
temen que Maduro termine por mancharlos. “Están
en alerta amarilla”, y además está fresco en la memoria de los países y
gobiernos de acogida de la migración venezolana, las hostilidades del propio
Gobierno venezolano al negar o imposibilitar documentación para los migrantes.
Páez cree que, de darse una avalancha de
votos en favor del cambio, el equipo de Nicolás Maduro la tendrá difícil para
desconocer los resultados, un escenario que elevaría a niveles inciertos la
conflictividad interna, y una nueva ola de migraciones que, según sondeos citados
por el Diario El País de España, rondaría automáticamente un 22% de la
población que ya tiene planes de salida, una reacción que claramente aumentaría
aún más la presión de gobiernos de la región en contra del chavismo.
“En ese caso la diáspora hará lo que tiene que hacer siempre y lo que ha venido
haciendo a lo largo de 20 años, denunciando,
mostrando el caos”.
Fuente: Versión Final,
Carlos Moreno, 26/07/2024.
¡Primicia en pleno desarrollo, el cambio es un hecho!
¡10 de enero!
Carolina Jaimes Branger: “Y entonces me quebré”.
Escribo desde Barcelona, España. Vine
una vez más a visitar a mi hija menor. Cada vez que llego, siento lo mismo: la
desazón que me causa no tenerla cerca. Yo jamás pensé que mis hijas iban a
vivir fuera de Venezuela. Y es que aquel país en el que nacieron, en la década
de los ochenta y al principio de los noventa, obviamente tenía problemas, pero
comparado con el resto del mundo estaba bastante bien. Con problemas
“arreglables” sin muchas complicaciones, mucho menos traumas.
La
diáspora venezolana es la mayor en el mundo de un país que no ha sufrido una guerra. Incluso creo haber leído que ya pasamos los
números de las diásporas causadas por las guerras. Para muchos, irse de
Venezuela ha representado una oportunidad de mejorar su calidad de vida,
acceder a mejores oportunidades laborales, educativas o de buscar un entorno
más seguro. Sin embargo, este proceso también ha estado cargado de desafíos
emocionales y psicológicos que a menudo se subestiman. Emigrar implica
abandonar la comodidad de lo conocido y enfrentarse a la incertidumbre. Por eso
uno de los dolores más profundos de emigrar es el desarraigo. Dejar atrás a la
familia, amigos y la cultura propia genera sentimientos de soledad y tristeza.
La familia, los amigos, las festividades, las tradiciones y hasta los pequeños
detalles cotidianos se convierten en recuerdos nostálgicos que pesan en el día
a día del inmigrante. La barrera del idioma es otro desafío significativo en
los casos donde el país al que se llega posea otro idioma que no se domine. La
comunicación es fundamental en la vida diaria, y no poder expresarse con
fluidez genera frustración y aislamiento. Y adaptarse a una nueva cultura, con
costumbres y normas diferentes, siempre es un proceso complejo y en ocasiones,
abrumador.
Una alumna de uno de mis cursos de escritura
creativa escribió en una ocasión algo que para mí ha resultado inolvidable.
Ella vive en Florida y una vez
escribió sobre un huracán que arrancó de cuajo un enorme árbol que había en la
entrada de su casa. Cuando pasó la tormenta y salieron a evaluar los daños, se
dio cuenta de que el árbol, a pesar de que era muy alto, tenía raíces muy
superficiales: por eso se cayó. Y ella pensó que ella era como ese árbol: que
podía verse muy alto y muy fuerte, pero que sus raíces no eran profundas… las
raíces de ella se habían quedado en Venezuela.
Esta tarde, por invitación de nuestro amigo
el doctor Nacho Salvi, fuimos a la misa de la Virgen del Valle en la cripta de
la Catedral de la Sagrada Familia donde iba a tocar el
Ensamble de Cuatros de Barcelona, formado todo por venezolanos. Una bella misa,
que terminó con el «Alma llanera».
Canté con toda mi fuerza, acompañando las voces, ya no sólo del coro, sino de
todos los presentes. La ribera del Arauca parecía más lejana que nunca. En eso,
volteé mi celular hacia el público y vi a una señora mayor que, sentada en su
silla de ruedas, cantaba a la par que enjugaba sus lágrimas. Y ahí me quebré. Empecé a llorar yo
también. Entendí que emigrar es un acto
de valentía, pero también de esperanza. Al emigrar,
perdemos el lugar donde construimos nuestras primeras conexiones emocionales y
desarrollamos un sentido de pertenencia, esa base familiar y cultural que ha
sido parte integral de nuestra vida. Pero a pesar de los desafíos y el
desarraigo emocional, la capacidad de adaptarse y encontrar un nuevo sentido de
pertenencia es testimonio de la resiliencia humana. Emigrar, en última instancia, también
es un acto de esperanza. Y aunque el camino pueda ser difícil, también está
lleno de posibilidades. Mi amor y mi
solidaridad con quienes se fueron.
Fuente: Emisora Costa del
Sol 93.1 FM, 16/09/2024.
¡Cambia! ¡Disfruta del cambio!
Antonio
Sánchez Alarcón:
¿Exilio o
destierro?
El exilio
y el destierro son conceptos
relacionados, pero tienen diferencias fundamentales. Ambos implican la
separación de un ciudadano de su lugar de origen. Sin embargo, las razones y la
naturaleza de cada uno son distintas. Entender estas diferencias es clave para
comprender su impacto en la vida de quienes son receptores de estas medidas.
El
exilio puede ser voluntario o forzado. Muchas personas deciden exiliarse por
motivos políticos o económicos. En otros casos, son obligadas a dejar su país
debido a persecuciones. El exilio, aunque doloroso, no siempre implica un
castigo directo. A veces, es una decisión tomada por supervivencia o en busca
de una vida mejor.
Por otro lado, el destierro es un castigo impuesto. Se ordena a una persona
abandonar un lugar específico, generalmente su país. Este tipo de exilio es
forzado y tiene un carácter punitivo. El destierro se asocia con una condena y
con la pérdida de derechos. No es una decisión personal, sino una imposición
por parte de las autoridades.
La
diferencia clave radica en la libertad. En el exilio,
aún existe la posibilidad de elección, al menos en algunos casos. El destierro, en cambio, elimina toda
opción personal. Es una pena que se ejecuta sin el consentimiento del
individuo. La persona no tiene más remedio que acatar la orden y marcharse.
El exilio
y el destierro son experiencias de
separación del lugar de origen, pero con matices distintos. El exilio puede surgir de una elección, mientras que el destierro es un castigo. Ambos, sin embargo,
afectan profundamente la vida y la identidad de quienes los experimentan.
Aunque exilio
y destierro se usan muchas veces en
forma indistinta como sinónimos es muy importante atender a la morfología de
cada uno para determinar si estamos frente a una situación u otra.
Fuente: Emisora Costa del
Sol 93.1 FM, 23-09-204/Fran Tovar.
¡Prepárate para cambiar rápidamente y disfrutar otra vez!
¡MCM alerta de otra ola migratoria si Maduro sigue en el poder!
María Corina Machado alertó este martes 3
de diciembre al Congreso brasileño de una nueva ola migratoria y una mayor
represión en Venezuela si el presidente Nicolás Maduro asume un nuevo mandato
el próximo 10 de enero.
La líder
opositora, desde un lugar no precisado, y el abanderado de la oposición Edmundo González Urrutia, desde su
exilio en Madrid, participaron por videoconferencia en una audiencia de la
Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Brasil, a la que
pidieron apoyo para que se cumpla la “voluntad popular” en Venezuela.
Ambos insistieron en denunciar como
fraudulentas las elecciones del pasado 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) le atribuyó la victoria a Maduro
frente al candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Ese resultado fue luego refrendado por el Tribunal Supremo, pero sin que hasta
hoy se hayan publicado las actas del proceso, exigidas por buena parte de la
comunidad internacional e, incluso, por el Gobierno brasileño.
La coordinadora
de Vente Venezuela afirmó que quien debe asumir el próximo 10 de enero es González Urrutia, “que fue elegido presidente
por el 67 % de los venezolanos” y logró una “victoria avasalladora”, enfatizó.
No obstante, alertó de que, si se impone lo
que tildó de “fraude cometido por Maduro”, aumentará la
represión política y se acelerará la ola migratoria que en los últimos años ya
llevó a unos ocho millones de venezolanos a abandonar el país.
“Si
Maduro prolonga esa agonía, el número de venezolanos que salen se
multiplicará por diez y será una tragedia para Venezuela y para toda la
región”, aseguró.
Fuente: Alertas 24, con
información de La Verdad, diciembre 3, 2024.
¡“Centrar el foco” en el 10 de enero!
“El 10
de enero es una fecha importante y tenemos que poner todas las fuerzas en
esa dirección”, dijo Machado, en referencia al día marcado para que juramente
como presidente de Venezuela el ganador de las pasadas elecciones del 28 de
julio, que la oposición afirma fue Edmundo
González Urrutia, a pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la victoria de Nicolás
Maduro.
Machado aseguró que “Maduro está más aislado que nunca” y los venezolanos comprometidos
con el cambio tienen que “avanzar,
porque esto no tiene vuelta atrás y lo vamos a lograr. No sabemos cuándo, pero
lo vamos a conseguir”.
¡Una frase y algo más … para el Cambio!
Verónica Medina, coordinadora general de
Equilibrium CenDe y profesora del Instituto de Estudios Superiores de
Administración (Iesa), afirmó en una entrevista radial que es altamente
probable que se observe un incremento migratorio entre noviembre y diciembre.
“No ha disminuido la intención de irse. Aquí
tenemos la mezcla de dos factores, los factores de salida se han reforzado
porque los que ya existían que eran de índole económica, se le suma los
factores de índole política, producto de la desilusión que produjo lo que pasó
en el país” (Verónica Medina).
“La represión en Venezuela a raíz de las
elecciones del 28 de julio de 2024 ya ha conducido a un aumento de la
emigración” (Refugees International).
Los números, refrendados por la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), asociada a la Organización de
Naciones Unidas (ONU) dan cuenta de un incremento de 25% de migrantes
venezolanos, en comparación con los datos de julio de este año: 9.197 personas.
“Fuimos a las elecciones con la esperanza de
que las cosas cambiaran, de que el país cambiara. Pero, lamentablemente, no fue
posible. Lamentablemente, nos robaron las elecciones”.
Una
nota final:
Maracaibo, la ciudad venezolana más afectada
por el éxodo masivo.
Antaño fue una próspera metrópolis ubicada en
una crucial zona petrolera de Venezuela.
Esa ciudad llamada Maracaibo, ya no existe.
En la actualidad está llena de casas
abandonadas, algunas con aspecto de haber sido bombardeadas, porque los
propietarios arrancaron ventanas y tejados para venderlos como chatarra antes
de emprender viaje a Colombia, Chile y Estados Unidos. Los barrios de clase
media están llenos de carteles de “se vende” y patios cubiertos de maleza.
Muchos adultos que trabajan y buscan empleo
en otros lugares han dejado a sus hijos en casa hasta que pueden establecer una
base más firme, mientras los abuelos mayores llenan el vacío.
“Ahora mismo, éste es un país de viejos”,
dijo Antonio Sierra, de 72 años, sentado en una silla del salón de su casa
mientras miraba por la ventana las múltiples viviendas de su cuadra que están
vacías.
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