Memorias de un Migrante venezolano (1)


 

¡La Navidad de un migrante venezolano!
¡La Navidad es parte de la cultura cristiana católica!
¡Feliz Navidad a todas las Familias del Mundo!


En diciembre del 2015, recibimos una invitación de mi hijo mayor J.D., para pasar las navidades y año nuevo con él en Quito, Ecuador, ya que trabajaba allí. En esta bella tierra estuvimos hasta mediados de enero de 2016. Pero en agosto de 2017, dejaría nuestro hogar, esto no es fácil, en un país con crisis y lleno de incertidumbres. Hace cuatro años y cuatro meses decidimos dejar Venezuela para que mis hijos comenzaran una nueva vida, lo que no ha sido fácil.
Esta es nuestra quinta Navidad fuera de nuestro país, “Añorando siempre ese suelo bendito que nos vio nacer, Añorando todo lo bello de mi pueblo coriano que no olvidaré”.
Para nosotros en Venezuela, la llegada de diciembre eran momentos de alegría, de regalos, de degustar nuestras comidas típicas, en especial a la multisápida “Hallaca”, nuestro principal plato navideño, “Pan de Jamón” y todo aquello que permitía compartir en familia y con los amigos. Ah, pero también disfrutábamos del Ponche Crema de Eliodoro González P., vino La Sagrada Familia, la insuperable cerveza Polar (La Polarcita), nuestro “Ron Santa Teresa” y el infaltable en casa de un coriano, nuestro “Cocuy Pecayero”. Y, al otro día, un buen sancocho de chivo con bastante verdura, para pasar el ratón. Y seguíamos, pues seguían llegando familiares y amigos, feliz navidad a cada momento se oía. Y la insustituible “Tapara de Suero” de leche de cabra, y volvíamos a ponernos como si nada, efectivo para el ratón.
Hoy recuerdo con nostalgia los momentos de mi adolescencia y juventud, y sobre todo cuando forme parte del orfeón del Colegio Salesiano Pio XII, había una canción navideña que en diciembre cantábamos que decía así: “Navidad que con dulce cantar, te celebran las almas que saben amar, oh que triste es andar por la vida, por senda perdida lejos del hogar, sin oír una voz cariñosa, que diga amorosa llego navidad”.




Teníamos las mejores navidades, pero la situación económica, política y social en nuestro país empeoró y tuvimos que emigrar.
Sí, navidad es celebrar el “nacimiento de Jesús”, pero debe ser también la posibilidad de recordar que ese hecho estuvo precedido por la “migración” de una familia en riesgo, sin techo, sin trabajo, sin pan, en búsqueda de un lugar de esperanza, de un comienzo de vida, de una aurora nueva.
La celebración también deja espacios para la reflexión. Pues si bien hay bendiciones que agradecer y sueños que perseguir, también son muchas las dificultades de vivir en un país que, aunque nos abrió las puertas, no es el nuestro.
Llega diciembre y, para mucho de nosotros migrantes en lejanas tierras, lo harán sin alegría.
No solo porque viven la precariedad tras una incompleta estrategia de integración y una pandemia que los ha golpeado como a nadie y que seguramente les impedirá comprar un aguinaldo, sino porque la esperanza de ver recuperada a Venezuela cada día parece desvanecerse más, incluso ahora, tras otras elecciones regionales del 21 de noviembre sin ningún efecto práctico que encienda ilusión alguna. Allá, en la tierra de nadie, la Navidad se decretó, según el dictador Maduro, como pasa todo lo demás en esa historia que resultaría cómica si no fuera tan trágica.
La unidad familiar, la alegría y el compartir, prevalecen durante la Navidad en muchos hogares.  Sin embargo, son muchas las personas que tienen que pasar estas festividades lejos de sus familias, de sus hogares, de sus países; extrañando sus tradiciones, sus costumbres y a sus seres queridos.
Para esas personas oramos para que Dios los guíe en su camino y le deseamos una FELIZ NAVIDAD 2021.

¡Una migaja final…!
Monseñor Lückert sobre la Navidad adelantada propuesta
por Maduro:
Ese individuo habla sin saber lo que dice".
Monseñor Roberto Lückert León, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Coro, se mostró molesto cuando se le consultó acerca de la medida tomada por Nicolás Maduro, de adelantar la Navidad desde el mes de octubre.
*«Es una tontería de ese caballero, por utilizar la palabra menos contundente, porque la Navidad no la va a imponer él. *
*La Navidad es parte de la cultura cristiana católica, que tiene fecha de cuándo comienza y cuándo termina. *
*¿Quién es él para determinar esa festividad? No sabe ese individuo que existen cuatro domingos de adviento, para preparar la Navidad. Fija una fecha porque no sabe nada de eso, es un ignorante. *
*Demuestra su ignorancia garrafal en materia litúrgica, para decir semejante barbaridad. *
*¿Será que pretende eliminar los domingos de adviento, como si se tratara de cualquier cosa? Nosotros tenemos la novena de Navidad, ya más cercana a esta celebración, para la preparación del misterio del nacimiento del Señor». *
*«No creo que ese sujeto vaya a misa, porque sólo a un ignorante se le ocurre decir ese disparate. Para que lo sepa, el último domingo de adviento es una semana antes de Navidad. *
*¿Por qué no preguntó? Quedó en ridículo» *, subrayó el monseñor.
¡Una frase y algo más…!
La Navidad hace que los corazones vibren de amor. La llegada del Niño Jesús nos recuerda que todos debemos de tener alma de niños para que nuestras vidas estén llenas de felicidad. Feliz Navidad a todas las Familias del mundo.
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