Memorias de un Caminante Adulto Mayor (8)
¡Serpenteando por una ciudad de voces y rincones!
¡Detalles que
recuerdan al Quito de Antaño!
¡Caminar es Vivir!
¡Empecemos a caminar
para vivir mejor!
¿Cuánto
deben caminar las personas mayores de 65 años para estar sanas? Autor:
Irene Alcaraz, Redactora, 65YMÁS.COM, viernes 2 de septiembre de 2022.
Pasear es una
actividad cada vez más atractiva para los españoles, especialmente tras el
confinamiento. Esto se debe en gran parte a la adaptabilidad que tiene esta actividad física: puede hacerse con
ropa de deporte o ropa normal, en la ciudad o en el campo, como una actividad
social o como un momento de recogimiento y reflexión. Incluso puede ser el
momento perfecto para escuchar nuestra música o programa de radio preferido.
¡Andar
para estar sano!
Caminar es una
excelente actividad física aeróbica (es decir, cardiovascular o como se llama popularmente, ‘cardio’), al igual que nadar o bailar. Entre sus beneficios destaca
la activación del riego sanguíneo, lo que repercute positivamente en el
organismo, especialmente el corazón y el cerebro.
De forma continuada,
pasear reduce las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, el colesterol
y la hipertensión, además de
mantener activa toda la musculatura y articulaciones.
Ahora bien, ¿cuánto
es el mínimo que debemos caminar para recibir
este impacto positivo para el organismo?
¡El
tiempo dependerá de la intensidad!
Más que contar pasos,
lo importante según la Organización
Mundial de la Salud es el tiempo
que se le dedique. Para adultos mayores de 65 años, la OMS recomienda hacer
entre 150 y 300 minutos semanales de actividad
física moderada.
Aunque a simple vista
pueda parecer mucho tiempo, en realidad se traduce en que, con dedicarle media
hora de lunes a viernes, ya estaríamos haciendo suficiente por nuestra
salud.
Para los que
prefieran actividades más intensas
(como correr, saltar a la comba o montar en bicicleta)
bastará con dedicarle 15 minutos durante cinco días a la semana para empezar a
notar los beneficios en el cuerpo. Lo que se traduce en 75 minutos semanales.
¿Se puede
adelgazar caminando?
Comer menos para
adelgazar puede resultar una tarea ardua y lenta para quienes nunca han estado
a dieta. En este sentido, caminar puede ser un acelerador del adelgazamiento.
Lo corrobora un estudio del Centro Nacional de Información Biotecnológica
de Estados Unidos. En dicha investigación, separaron a dos grupos con obesidad
y siguieron el mismo programa nutricional para adelgazar, con la diferencia de
que el primer grupo además dedicaba 3 horas semanales a caminar. Tras 12
semanas, el primer grupo había perdido una media de 1,8 kg más que el grupo que
no caminaba.
Una forma de acelerar
todavía más el adelgazamiento es tratar de andar con mayor rapidez e intensidad
(el llamado “power walking”, una
actividad entre pasear y correr) o aumentar el número de pasos diarios.
¡Consejos
para salir a caminar!
Caminar es el
mejor ejercicio que existe en el mundo. Caminar una hora diaria, según
expertos, nos ofrece una variedad de beneficios que muchas personas desconocen,
además de ser un ejercicio natural para ponerse en forma y perder peso y que no cuesta dinero
como inscribirse en un gimnasio.
Ø Consigue un calzado adecuado: es muy
importante llevar unas zapatillas adecuadas cuando empezamos a caminar. Las
suelas deben ser flexibles y deben ser la talla correcta. Así evitará posibles
lesiones en los pies y en las piernas.
Fuente: Marco
Benlloch, 8 de julio 2009.
¡Mi
caminata por calles y avenidas!
Salí del Edificio
Torre Norte, tomé la Av. 6 de diciembre rumbo norte, en la intercepción de las
avenidas 6 de diciembre y Eloy Alfaro, atravesé la 6 de diciembre hacia la Av.
Eloy Alfaro. Caminé unos pocos metros, y atravesé la Eloy Alfaro rumbo a la
calle Suiza. Caminando por la calle Suiza, atravesé la calle Noruega, seguí caminando
y atravesé la calle Checoslovaquia, sigo caminando hasta la Av. República del
Salvador, camino por dicha avenida hasta llegar al parque “La carolina”.
Iniciamos nuestro recorrido en la entrada del “Museo Dinosaurio”, allí seguimos
por el pasaje Rumipamba hasta el “Vivarium
de Quito”, luego cruzamos a la derecha por la Av. Río Amazonas, luego
seguimos nuestro recorrido hasta cruzar a la calle Japón, seguimos y cruzamos
hasta llegar a la Av. Naciones Unidas, seguimos recorriendo el parque hasta
llegar a la Av. de los Shyris. Luego retomamos la calle Suiza rumbo a la Av. 6
de diciembre y de allí a la residencia en la Av. 6 de diciembre.
¡Una migaja final…!
El domingo 21 de
enero de 2018, el Diario El Comercio/10/Tendencias, en su sección
“QUITEÑOMETRO”, publicaba una entrevista a Pablo Rodríguez, comunicador,
investigador del desarrollo del movimiento roquero en el país y gestor
cultural. Es el autor del libro “Concha acústica, cuatro décadas de historia”,
que relata el desarrollo y las anécdotas del tradicional escenario musical, en
el sur de Quito. Fundó la revista Rocker Magaziner y ha sido parte de la
producción de varios eventos, como el Rock en Vivo, que se realiza en el Teatro
México.
A Quito lo llamó “Ciudad de voces y rincones”, a la pregunta ¿qué es
lo que le gusta de Quito?, esta fue su respuesta: Tiene un aire de seguridad
que aún recorre en sus rincones tradicionales y, aunque cada vez menos
notorios, quedan detalles que recuerdan al Quito de antaño. Si bien la
modernidad marca a la urbe, esta también se resiste a borrar sus vestigios. La
paz que reina en la plaza de San Marcos y ese pedazo de ciudad que se ve desde
el renovado Centro de Arte Contemporáneo son dos motivos para volver. Quito
tiene el privilegio de contar una suerte de cronista citadinos, jóvenes, cada
vez en aumento, quienes a través de la música relatan historias concretas que
marcan el paso del tiempo.
A la pregunta, lo que
no le gusta de Quito, contestó: No me gusta la imposibilidad de recorrerla y
vivirla en su espacio público, la dificultad con la que se empeña en impedir
que sus propias voces la cubran de música, de su música, en cuyas canciones
viven muchas arterias esenciales del acontecer quiteño. No me gusta,
definitivamente, esa falta de ser ciudadanos que todavía caracteriza a quienes
conviven día a día en este espacio. Del mismo modo, los ciudadanos debemos
ejercer mejor nuestro papel y a las autoridades les falta recordar el ciudadano
que fueron antes de obtener su metro cuadrado de poder.
A la pregunta, lo que
cambiaría de Quito, contestó: La forma de dirigir la ciudad y la forma de
convivir en ella. Y es que, así como hay especial atención en el control, debe
haberla también en la formación del ser quiteño. Esto puede pasar solo si se da
mayor énfasis en el tema durante la educación inicial. Más que de Sebastián de
Benalcázar hay que saber de Rumiñahui, más que de los presidentes que nos han
gobernado hay que saber de los líderes anónimos o de “bajo perfil” que han
configurado el rumbo de esta ciudad: de Jaime Guevara, de Diana Cárdenas, de
Mary Lou Parra de Hei, de Ramiro Acosta y tanto otro más.
¡Una frase y algo
más…!
“Una caminata
matutina le da al cuerpo la oportunidad de perdonar las pruebas y tribulaciones
de ayer, para arrojar su basura y su desorden mental” (Terri Guillemets).
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