¡Esequibo lejos, distante, en la lejanía! ¿Por qué será?! (1)


¿Venezuela se nos acabó el tiempo, Esequibo? (1)
¡La cita con el CIJ es crucial para el interés nacional!
¡Principio Uti possidetis de facto!
¡A Guyana con cariño de hermano!
¡Te contaré una historia (84)!

¡A Guyana con Cariño! ¡El principio de Uti possidetis de facto! (1) Comenzar hablar este año 2024, año de elecciones presidenciales, es un poco cómo pescar en río revuelto; pero voy a decir algo, puede que para las presidenciales sí, pero para el “Esequibo” es de Guyana no. Desde que estudiaba en la escuela primaria por allá por los años 40, nos mostraban el mapa de Venezuela, y con respecto al área de la Guayana Esequiba rayada, se nos decía “Zona en Reclamación”. Han transcurrido 125 años, de la disputa entre Venezuela y Guyana por el “Esequibo” desde 1899. Venezuela, nunca ha puesto un pie en el “Esequibo”, todo este tiempo la administración de esa área ha estado bajo el control de Guyana, dónde han realizado muchas mejoras, infraestructuras, vías de penetración y atención social a las poblaciones que habitan ese territorio y que por supuesto son guyaneses.
El “Esequibo” es de Guyana, no voy a entrar en fanatismos y apasionamientos, que los gobiernos anteriores a esta narcodictadura no afrontaron el problema cómo debe ser, mala suerte, un paso en falso y el mundo entero se nos viene encima porque apoyan a Guyana, un país pequeño, pero con suerte.
Además, estos socialistas trasnochados, los que siguen la bandera del Socialismo del Siglo XXI y que han destruido completamente a nuestro país, entregaron a Guyana el “Esequibo”, y ahora, ¿Qué buscan carajo?
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en declaración conjunta con el Presidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, el día 19 de febrero del año 2004, en la ciudad de Georgetown, manifestó su consentimiento en nombre del gobierno de Venezuela, para la explotación minera en el territorio en reclamación, “siempre y cuando vaya en beneficio de sus habitantes”, refutando de esa forma los señalamientos de la contraparte, sobre el otorgamiento de licencias de explotación petrolera en el Territorio Esequibo”, convirtiendo al mismísimo jefe supremo de la “revolución bolivariana” en testigo ausente en contra de los intereses de Venezuela y a favor de Guyana en el juicio por reclamación de territorio que se lleva a cabo entre ambos países en la Corte Internacional de Justicia.
Y, el 31 de agosto de 2013, Nicolás Maduro entregaría nuevamente el “Esequibo”.
“El principio del Uti Possidetis Iuris y el principio de Uti possidetis de facto, son principios legales de acción provenientes del derecho romano. ¿Qué conclusiones podemos sacar de aquí?
Uti possidetis iuris significa “usarás lo que posees de acuerdo al derecho o a la ley” y uti possidetis de facto significa, (usarás lo que posees de acuerdo al hecho), que los define, en términos simples, como (posesión legal) y (posesión efectiva), respectivamente, que en el derecho internacional público se usan para dirimir desacuerdos entre Estados referentes a conflictos territoriales generados comúnmente después de las guerras o de su independencia.
En el portal web del diario digital “Bloomberg Línea”, el día 27 de noviembre 2023, fue publicado un artículo, escrito por las periodistas Raylí Luján y Lorena Guarino, cuyo texto lleva por título el siguiente:
Guyana: ¿milagro económico o espejismo a corto plazo en América Latina?
Guyana está mejor, mucho mejor”, comenta Steven, un guyanés que migró a Venezuela en su época dorada, y decidió regresar a sus orígenes en 2018, cuando la situación económica en el país vecino se complicó.
La tierra que hace dos años cubría la mayoría de las avenidas de Georgetown, capital de Guyana, se convirtió en un leve asfalto recientemente; sin embargo, la arquitectura de la ciudad aún permanece victoriana y sin rastros de restauración, rodeando a una población con pocos signos de mejora económica.
La economía de Guyana, una de las más pobres en Latinoamérica, se proyecta ahora como la del más acelerado crecimiento en los últimos dos años. El repunte es atribuido al sector petrolero, que en el primer semestre de 2023 creció hasta 98,4%, y propone un reto en la capacidad de respuesta del pequeño país en disputa con Venezuela.
Tras un avance de su Producto Interno Bruto de 57,8% el año pasado, según el Banco Mundial, la actividad económica en el país de 800.000 habitantes, podría crecer hasta 29% este año. Este ritmo de crecimiento no se asemeja para nada a las cifras de 2014, junto a un año antes de descubrirse un yacimiento petrolero a 193 kilómetros de su costa, de la mano de ExxonMobil y Hess Corporation en 2015.
En ese año, el PIB se ubicaba en unos US$4.280 millones luego de haber subido 0,7% con respecto al año anterior.
Mientras tanto, el 35,1% de la población vivía en pobreza extrema, con una estimación de un dólar al día, de acuerdo con la ONG Humanium. Y aunque los datos en la actualidad son inciertos, en el discurso oficial sí se ha mencionado la intención de erradicarla.
La capital guyanesa, que agrupa unos 350.000 habitantes y es considerada la ciudad más grande del pequeño país, es una radiografía de ello. Viajeros la comparan aún con las zonas de más bajos recursos en Latinoamérica, así como con localidades en el interior de otros países donde sus capitales sí cuentan con mayor progreso.
El PIB per cápita en Guyana ya llegó a casi US$19.000 (a precios actuales), y se espera que las reservas de petróleo comercialmente recuperables superen los 11.000 millones bpd, según informó el Fondo Monetario Internacional (FMI). Economistas han recomendado al gobierno presidido por Irfaan Ali no repetir errores de sus pares en el manejo de la industria petrolera.
Guyana tiene que buscar fortalecer sus instituciones, crear mecanismos de ahorro y de inversión. Debe tratar de que el petróleo impacte de manera positiva y sostenida en su economía”, dijo el economista venezolano Luis Oliveros durante una entrevista a un medio internacional en abril de este año.
¡Evitar el síndrome holandés!
Las estimaciones para la economía de la nación caribeña siguen siendo positivas, y el gobierno guyanés ha logrado identificar la diversificación económica que requiere, según la representante del Banco Mundial para Guyana y Suriname, Diletta Doretti, para así evitar caer en el llamado síndrome holandés. Sin embargo, los proyectos para el desarrollo humano y el impulso de ingresos no petroleros no han sido detallados.
Desde Bloomberg Línea se estableció un contacto con el equipo de comunicaciones de la vicepresidencia de Guyana, pero no se logró obtener una entrevista inmediata con el vicepresidente, Bharrat Jagdeo. De acuerdo con personas familiarizadas con la situación, el alto mando político del país está enfocado en la situación tensa que se desarrolla en la frontera con Venezuela por el territorio del Esequibo y la movilización de tropas guyaneses a los distintos puntos.
¡Así es vivir en Guyana!
Steven trabaja como soldador en uno de los mercados populares de Georgetown, la capital guyanesa. También genera ingresos con otros oficios, que pagan hasta 20.000 dólares guyaneses, lo equivalente a US$100 semanales. Con la suma de todas sus actividades logró adquirir un vehículo recientemente.
El salario mínimo en Guyana es de US$287 al mes. Los alquileres de un apartamento en el centro de la ciudad pueden oscilar entre US$1.400 y hasta US$4.000 mientras que un terreno hasta el interior del país puede costar hasta US$17.000.
Uno no puede trabajar de una sola cosa, se tiene que trabajar de varias cosas”, dice Steven en contacto Bloomberg Línea. “La comida no es tan cara, pero el alquiler y los servicios públicos si se pagan, es caro aquí en la capital, no como allá en Venezuela. El recibo de luz a veces llega en 29.000 (US%139) y de agua a 8.000 (US$39) mientras que el internet cuesta 2.800 (US$14)”.
Quienes viven hacia las zonas fronterizas, han reportado a agencias internacionales sobre la intermitencia de los servicios públicos. Algunos se apoyan en las lluvias para re coger agua en latas, ollas y recipientes plásticos.
Gabriel Herrera, un influencer venezolano que visitó la capital del país caribeño hace un par de años aseguró en contacto con Bloomberg Línea que el acceso a los servicios en el hotel donde pudo alojarse era básico, sin grandes lujos ni modernización de la estructura. “El transporte público fue nulo, no hay paradas bien definidas o un sistema de transporte muy avanzado. La forma más sencilla fue taxi”.
En su recorrido desde Georgetown hasta el sector del Esequibo (territorio en disputa con Venezuela), pudo percatarse de que la dinámica y comportamiento del país es el mismo. “Las estructuras que se ven son las mismas. Todo luce y parece como que, si fuese un lugar más de Guyana, no hay diferencia en el recorrido hasta el sector de cruce en la zona de reclamación con Venezuela”, acotó.
¡Las condiciones sociales!
Según la ONU, entre 25.000 y 30.000 migrantes venezolanos, han huido de la crisis en su país para probar suerte en Guyana. Varios miles viven en el Esequibo, indicaron en un reporte de la agencia EFE. Años atrás la situación era contraria y muchos guyaneses emigraban a Venezuela en busca de un mejor futuro. Actualmente, el 55% de los guyaneses se encuentra viviendo en el exterior.
Según describe la ONG Humanium, en Guyana también es preocupante la alta tasa de abandono escolar, dado que los niños se ven forzados a trabajar como consecuencia de la precaria situación económica de sus familias.
Además, se presenta otro fenómeno particular que tiene que ver con los diferentes grupos aborígenes que allí conviven. “Un gran número de niños, en su mayoría amerindios, viven en zonas remotas, por lo que no pueden asistir a clases con regularidad. Por consecuencia, esto ha dado lugar a crecientes disparidades entre las regiones en el interior del país y el resto del Estado en materia educativa”, dice informe de Humanium.
Por otro lado, la tasa de mortalidad es alarmante y alcanza al 33% de los niños. Esto es consecuencia de un gran número de casos de paludismo, especialmente entre los niños amerindios, así como el elevado número de jóvenes que sufren de malnutrición, o anemia por deficiencia de hierro.
De acuerdo a un artículo publicado en Los Ángeles Times, Guyana cuenta con US$1.600 millones de ingresos petroleros hasta mayo de este año, y por ello el gobierno ha lanzado proyectos de infraestructura como la construcción de 12 hospitales, siete hoteles, escuelas, dos carreteras principales, su primer puerto de aguas profundas y un proyecto de US$1.900 millones para generar electricidad a partir de gas natural que, según dijo el vicepresidente Bharrat Jagdeo a The Associated Press, duplicará la producción de energía de Guyana y reducirá a la mitad las elevadas facturas de electricidad.
“Si bien los proyectos han creado empleos, es raro que los guyaneses trabajen directamente en la industria petrolera. El trabajo de perforación en el fondo del océano es altamente técnico, y el país no ofrece esa capacitación”, dice el diario estadounidense.
¡Poca experiencia para lo que se viene!
Asimismo, a los expertos les preocupa que Guyana no cuente con la experiencia, ni el marco jurídico y regulatorio para manejar la afluencia de riqueza y advierten que por este motivo se podrían debilitar las instituciones democráticas.
“La experiencia mundial ha demostrado que las crecientes expectativas sobre los ingresos de petróleo y gas pueden conducir a un gasto excesivo, un endeudamiento excesivo o un agotamiento excesivo de los fondos soberanos en la remodelación de la política económica”, fue la respuesta de la representante del Banco Mundial para ese país, al ser consultado por BL.
Guyana, que sigue siendo un país pobre a pesar de haber acumulado importantes reservas fiscales y externas con el inicio de la producción de petróleo en 2019, han intentado proteger los ingresos petroleros con la Ley del Fondo de Recursos Naturales creada en el año 2021. Aún así, le resulta fundamental desarrollar una estrategia a mediano plazo para la diversificación económica y el crecimiento en el sector no petrolero, apunta Doretti, del Banco Mundial.
La inestabilidad política de Guyana genera preocupaciones de que el país no está preparado para su riqueza recién hallada sin un plan para administrar los nuevos ingresos y distribuir equitativamente los beneficios financieros”, fue destacado en un informe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (UDAID, por sus siglas en inglés), que reconoció las profundas rivalidades étnicas del país.
El gobierno guyanés, mientras tanto, se ha mantenido alerta en los últimos meses ante la posibilidad de un conflicto armado con Venezuela. Desde la administración de Ali se ha ido escalando el discurso de la defensa del territorio Esequibo, un espacio de 160.000 kilómetros cuadrados llenos de minerales y riquezas naturales, así como reservas petroleras en altamar, cuya soberanía está en discusión desde hace casi dos siglos.
El gobierno de Guyana se reserva el derecho de llevar a cabo actividades de desarrollo económico en cualquier parte de su territorio soberano o en cualquier territorio marítimo correspondiente”, dijo Ali en un comunicado difundido en septiembre luego de que Venezuela cuestionara la licitación de bloques petrolíferos, calificándola de ilegal.
Raylí Luján, periodista venezolana. Coordiné la edición impresa de El Nuevo País, escribí en el periódico El Nacional. He colaborado para medios digitales como Prodavinci y ganadora del premio Roche 2021, por el trabajo colaborativo #HuirMigrarParir, junto a La Vida de Nos.
Lorena Guarino, periodista argentina, especializada en negocios y economía desde hace más de 29 años. Fue editora general de Forbes Argentina y anteriormente se desarrollo en diarios como La Nación, El Cronista Comercial y Buenos Aires Económico e Infobae entre otros.
¡Una migaja final…!
En el portal web del diario digital “El Economista 35/años”, el día 11 de diciembre 2023, fue publicado un artículo, escrito por La República/Colombia, cuyo texto lleva por título el siguiente: ¿Cómo Guyana pasó de ser un país pobre a convertirse en el Kuwait de América del Sur?
La pequeña nación se encamina a convertirse en una de las más ricas del mundo. Antes de 2030 producirá más petróleo que Venezuela. Su economía crecerá 38% en 2023.
Guyana ha estado ocupando las principales páginas de las noticias globales en los medios. Todo por cuenta de un referendo adelantado en Venezuela en el que se consultó si este último debía crear su propia provincia dentro de un territorio en disputa del país de habla inglés, rico en petróleo y minerales, conocido como el Esequibo.
Más allá de eso, Guyana está dando de qué hablar por su potencial económico que no se limita al Esequibo. Es un país de 214,970 kilómetros cuadrados, pero que está siendo catalogado como uno de los de mayor crecimiento económico en el mundo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) lo concibe como “el de más rápida progresión económica” al punto que estima que en 2028 su crecimiento sea mayor a 100 por ciento.
Al finalizar 2023, se prevé que el crecimiento sea de 38%, según el FMI, estas previsiones gracias a la expansión de su sector de producción y exportación de petróleo.
“Las grandes reservas que tiene este país en su mar territorial en el Atlántico lo convierte en uno de los más ricos del mundo. Su población es muy pequeña, tanto que no llega al millón de habitantes y tiene la posibilidad de producir en un plazo corto lo que indicaría que el ingreso per cápita fuese muy alto”, explica el Investigador adscrito del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Txomin Las Heras Leizaola.
Hay que tener en cuenta que este país se convirtió en un importante actor del sector petrolero desde 2015. Se espera que en los próximos años pase a ser el de la mayor cuota de barriles de crudo per cápita del mundo superando a Kuwait. Otra de las estimaciones se enfoca en su PIB, se cree que este crecerá 115% antes de 2028.
¿De dónde viene el crecimiento?
En 2015, la petrolera norteamericana ExxonMobil descubrió el yacimiento de Liza, ubicado en aguas territoriales de Guyana y que no se encuentran en disputa con Venezuela. De este yacimiento se estima que cuenta con más de 10,000 millones de barriles de petróleo. Luego de este, vinieron más hallazgos que empezaron a cambiar el papel de este país en la industria petrolera.
Pero no todo es color rosa, el Gobierno debe invertir más dinero en programas sociales y debe combatir la desigualdad.
Mario de la Puente, analista económico y director del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte dice que aunque se espera que para el próximo año la producción petrolera alcance 500,000 barriles por día y esto represente un crecimiento importante para ese país, también hay que prestar atención al sector agrícola, el mismo gobierno reconoce que se debe invertir más en este frente para garantizar la seguridad alimentaria y diversificar la economía más allá del petróleo y el gas.
De ahí, que el actual presidente de este país, Irfaan Ali, se refiriera a inversiones en infraestructura, educación, salud, turismo y agricultura gracias a la creación de un fondo soberano.
¡Una frase y algo más…!
"Quiero decir a Venezuela que esta es una oportunidad para que demuestren madurez, demuestren responsabilidad (...) les pedimos una vez más que se unan a nosotros para demostrar responsabilidad y madurez y permitir que el estado de derecho funcione y determine el resultado de esta controversia" (Irfaan Ali, presidente de Guyana).
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