Los Sueños de un Pescador...



Pausides es un campesino pescacador de Codore de la Playa, fue de los primeros amigos que logramos hacer, Felicia su esposa una mujer morena, delgada, piel canela y un cutis de envidia parece que la sal y el sol se confundieran en ella. Siempre preocupada por atendernos, a veces no tenía ní café para invitarnos, situación difícil para esa gente que lucha en el desiérto. La pesca a veces buena a veces dura, no hay y sí noy pesca la gente no come. Pausides es un pescador que pudiéramos llamar independiente, tiene su lancha y con él trabajan dos o tres campesinos más de allí de la comunidad, la faena es dura, porque el intermediario es el que al final tiene la última palabra, compra cómo le da la gana, aplica el toma o lo dejas, jodete. Pausides es un hombre inquieto, no conformista, lo he visto trabajar la macánica en su motor fuera de borda, andariego cuando se trata de buscar un repuesto; Y, colaborador en lo que pueda ayudar. Tiene con Felicia cinco hijos, la mayor una señorita estudia bachillerato y participa con nosotros en los trabajos comunitarios que realizamos. Desde el 15 de julio de 2005, debido a los embates del huracán Emily, Pausides y Felicia son dannificados, junto a su familia habitan en condiciones precarias en una escuela de la comunidad. Quedarón sin parte de la vivienda a consecuencia de los fuertes vientos que azotarón a Codore de la Playa, la casa quedo sin techo y la base de la estrutura compuesta por listones de madera se dañó completamente. Nuestra preocupación, es que duermen en el piso sobre todo los niños, no tienen recursos ní ayuda manifiesta de las autoridades municipales. Mí sueño es que podamos ayudar a una persona que quedo en la indigencia, un llamado de solidaridad no solamente al gobierno municipal sino a los amigos. ¡Que vida queremos vivir los venezolanos!, cuando oimos hablar sobre, ¿Queremos acabar con la pobreza? demos poder a los pobres; Yo digo, ¡Es esto un sueño!, van a aliviar la pobreza y el hambre, poder para los pobres, sí los pobres no participan en las decisiones que modela la vida social, ¡Cuál vida!, Ah, el intermediario rico, gordo y forrao en cadenas de oro que le da de bofetadas al pobre, y nadie hace nada. Esa es la vida en estos pueblitos campesinos, pero seguímos soñando, que algún día podamos tener una cooperativa de pescadores, no de papel o dirigida por grupos que lo que buscan es para ellos, sino una cooperativa donde podamos trabajar todos buscando protección social para las familias de esos pescadores, donde sí veríamos coronadas todas esas aspiraciones de justicia social. Les seguiré hechando cuentos de pescadores.¡Quiéranse!

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